“Mi vida, mi corazón y mi alma, es del Racing”

Alex López abrazándose a los aficionados del fondo sur de A Malata | @mijanphoto

La dimensión del fútbol en la sociedad y los vínculos de pertenencia que generan unos colores no tienen comparación posible. La ciudad de Ferrol en estos días es un ejemplo significativo.


La trayectoria del Racing, campeón del grupo I de la Primera Federación, además de permitirle aterrizar en el fútbol profesional quince años después, ha conseguido despertar un sentimiento, no se sabe muy bien si aletargado o profundamente dormido, que reivindica un orgullo sin parangón, una identidad propia desde la humildad y una ilusión desbordante tanto en mayores como en pequeños.

Es un momento de felicidad para todos, pero en especial para unos pocos que siempre estuvieron alentando y nunca cayeron en el desánimo, aunque pareciese que el club estaba condenado a “deambular” por la extinta 2B. Aquellos pocos que no desfallecían desde el fondo sur y que poco a poco vieron cómo se iba llenando la única grada de A Malata que jamás dejó de empujar al equipo, tuvo en la tarde de hoy el premio añadido de celebrar a pocos metros de sus ídolos de carne y hueso los dos goles que valen un ascenso.

Ahora que se ha logrado una unidad en torno al club que ni de lejos se sospechaba; ahora que con futbolistas de Ferrolterra en el  equipo como Alex López, Luis Chacón, Héber Peña, Quique Fornos, Aitor Pascual o Diego Rivas se ha visto que con gente de un entorno cercano también se pueden conseguir objetivos; ahora que se apaga la megafonía y el estadio canta lo que ya se ha convertido en un himno a una sola voz: “… y aquí quiero quedarme, aquí está mi hogar donde se acaba el mar”… es el momento de disfrutar, pero no de desanimarse ni darle nunca más la espalda al equipo porque la nueva categoría llega con una altísima exigencia deportiva

Ojalá que muchos de los que hoy se emocionaban de verdad, se mantengan y todos los que se lo propongan se aproximen hasta donde sean capaces a aquello que manifestó en no pocas ocasiones el insigne D. Isidro Silveira Cameselle: “Mi vida, mi corazón y mi alma, es del Racing”.